La verdad es que la cocina puede
convertirse sin problemas en nuestra despensa de belleza: para encontrar
exfoliantes u otros ingredientes para nuestras mascarillas.
Yo de tanto en tanto utilizo las
leches vegetales en mis mascarillas o brumas hidratantes corporales pero claro,
no son productos baratos. Claro que ahora ya no es como antes y al menos la de
soja y la de avena las podemos encontrar a buen precio en el supermercado. Pero
la de almendras, arroz, coco… Ya es otro cantar.
El producto del que me gustaría
hablaros lo he descubierto no hace mucho y es un buen ingrediente para nuestro
neceser de cosmética natural: la leche de almendra dulce en polvo. Además, es
tan sencilla de utilizar… En contacto con el agua crea una leche suave perfecta
para enriquecer cremas y geles, por ejemplo. Además, en el baño, es un
auténtica delicia.
Se trata de un producto nutritivo
e hidratante que deja la piel suave porque es muy rico en antioxidantes y
ácidos grasos por lo que ayuda a calmar las irritaciones y a prevenir el
envejecimiento prematuro. ¿Su aliado perfecto? El hidrolato de lavanda.
BRUMA CORPORAL HIDRATANTE
-
50 ml de hidrolato de lavanda.
-
2 cucharadas de café de leche de almendra en polvo.
Se mezclan bien los dos
ingredientes agitando. Se puede poner en un bote tipo spray y se utiliza sobre
la piel limpia. Se puede utilizar solo, dando unos ligeros toques con las
manos, para calmar la piel y conseguir un aroma increíble, aunque también se
puede utilizar antes de nuestra crema hidratante.
Esta loción no lleva conservantes
y el hidrolato es muy delicado. Se tiene que utilizar en un día o dos y
guardarse en la nevera. Por supuesto, también hay la posibilidad de incluir un
conservante (10 gotas de Extracto de Pepitas de Pomelo por cada 50 ml de
hidrolato – como nos recomiendan en Aroma-Zone – ¡prometo entrada sobre los
conservantes en breve!)
¡Un saludo aromático!
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