Me sigo sorprendiendo de lo poco responsables que somos
frente al Sol. Conocidos y amigos, algunos estudiantes y profesionales de las
ciencias de la Salud,
que siguen exponiéndose al sol sin protección, llegando incluso a sufrir
quemaduras de segundo grado. ¡Es que creo que no será por falta de información!
Así que, aquí estoy yo de nuevo, para recordar la importancia de cuidarse sin
tener que renunciar a ponerse morenos…
Exfoliación
Podemos empezar eliminando células muertas de la piel para
tener un halo uniforme y recibir además mucho mejor los cuidados cosméticos. No
hace falta gastar dinero en exfoliantes caros… Con almendra molida, azúcar, sal y coco rallado conseguiremos una exfoliación suave y casera. Como verás si
navegas un poco por el blog, tengo varias propuestas golosas:
Hidratación
¿Qué os voy a contar que no sepáis ya? Los aceites, macerados y mantecas vegetales serán nuestros grandes aliados para conseguir
una piel suave e hidratada. Además si os decantáis por realizar vuestros
propios productos podéis incorporar ingredientes que ayuden a prologar el
bronceado (como el polvo de Urucum) o que ayuden a proteger la piel de los
rayos solares (aceite de Sésamo)
Preparación al Sol
Una exposición progresiva y controlada será la mejor
protección y la mejor manera de conseguir un lindo bronceado. Privilegiar las
frutas y verduras con carotenoides en nuestra alimentación nos dará un aporte
extra de nutrientes y nos ayudará a sentirnos más ligeros en los días
calurosos. Hoy hay muchas marcas que comercializan aceites vegetales en
cápsulas, aceites que favorecen el bronceado a la vez que protegen y nutren la
piel (vigilad que sean marcas de confianza y recordad que con una buena
alimentación y si no sufrimos ninguna patología, pocas veces necesitaremos
suplementos)
La protección
¡Lo más importante! Nada de sol entre las 12 y las 16 horas.
Embadurnarse con protector solar (si es con filtros minerales y bio, mejor)
tanto antes de salir de casa como cada tanto rato, sobre todo si nos bañamos o
sudamos en exceso. Es imprescindible recordar que incluso para salir a pasear,
si nos va a dar el sol, hay que ponerse protector solar. Gorrito para la
cabezota y mucho líquido para hidratarse desde dentro… Sí, reconozco que puedo
parecer pesada, pero cuidarse está en nuestras manos…
Los cuidados tras el Sol
Llega el momento de mimar la piel. De nuevo los aceites
(rosa mosqueta, argán), macerados (caléndula) y mantecas vegetales (karité) nos
aportarán un extra de protección después del baño o la ducha.
Será un fantástico momento para “experimentar” con los
hidrolatos, bien fresquitos y recién sacados de la nevera (menta, manzanilla,
lavanda), sin olvidar el querido Aloe Vera o los aceites esenciales de Lavanda Verdadera y Espliego Macho…
¡A disfrutar del Sol! ¡A mimar nuestra piel!
Tienes razón, a mí también me sorprende que siga habiendo gente que no use protección. Besos.
ResponderEliminarpupe-jabones.blogspot.com