Las arcillas son un recurso
excelente para hacer mascarillas, baños suavizantes y para tratar zonas del
cuerpo cansadas o doloridas…
BAÑO DE ARCILLA
En 200 g
de la arcilla de vuestra preferencia se ponen 2-4 gotas del
aceite esencial que
hayamos escogido. Otra opción sería añadir dos cucharadas soperas de agua
floral o incluso unas 4 cucharadas soperas de alguna leche vegetal (coco,
almendra, avena).
Se disuelve la mezcla en el agua calentita de la bañera.
MASCARILLA DE ARCILLA
En función de si queremos solo mascarilla para o el rostro o
también cuello y escote, pondremos de 1 a 3 cucharadas soperas de arcilla en un bol.
Añadiremos 2 gotas del aceite esencial de elección y agua mineral hasta que se
forme una pasta suave que no gotee.
Se extiende la mascarilla en fina capa, evitando el contorno
de ojos. Se puede dejar unos 5-10 minutos, o incluso algo más, pero siempre hay
que intentar evitar que seque sobre la piel.
Se retira con agua y se puede terminar usando como tónico un
hidrolato.
EXFOLIANTE con ARCILLAS
Pondremos entre 2-6 cucharadas soperas de arcilla en un bol
en función de la zona a exfoliar y añadiremos agua, hidrolato o leche vegetal
hasta obtener una pasta. Se pueden poner un par de gotitas de aceite esencial. Se
añaden polvos naturales exfoliantes: almendra picada, coco rallado, hueso de
oliva o cáscara de nuez en polvo…
Se frota suavemente la piel húmeda, sin hacer presión, con
la pasta resultante y se aclara con abundante agua. Posteriormente se puede
realizar un masaje hidratante con algún aceite vegetal.
CATAPLASMA con ARCILLAS
A la cantidad deseada de arcilla (según la zona a cubrir: articulaciones,
espalda…) se le añade agua calentita, aceite vegetal y un par de gotas de
aceites esenciales (de los más indicados para
inflamaciones,
contracturas). Se
aplica la pasta resultante sobre la zona que da molestia y se deja actuar. Se
retira con agua tibia o con un paño húmedo.
Por supuesto, si
hay afecciones de la piel, es imprescindible consultar al médico o al
farmacéutico antes de usarlas.
Os dejo una pequeña lista de las arcillas más interesantes:
-
ARCILLA VERDE: gracias a su gran poder de absorción se
utiliza para una limpieza de la piel ya que trata el exceso de grasa y ayuda en
la eliminación de impurezas como granitos, espinillas… Es equilibrante y
purificante, excelente para pieles mixtas y grasas, pieles jóvenes.
También se utiliza en la
elaboración de cataplasmas para calmar contusiones o músculos y articulaciones
doloridos.
Bajo prescripción médica también
se utiliza en el cuidado de úlceras o abscesos por su alto poder cicatrizante.
Yo la he utilizado mucho y aún
tengo siempre una poquita para momentos en los que tengo algún brote de acné,
la piel está más sucia (en verano es increíble cómo limpia)
-
ARCILLA ROSA: muy suave, calma las pieles frágiles,
reactivas o que tienden a enrojecerse con el frío o el viento. Pese a ello
limpia en profundidad sin irritar eliminando las impurezas. Tiene un efecto de
“belleza inmediata” porque reafirma ligeramente y da luminosidad a la piel así
que también se puede utilizar en casos de pieles cansadas, sin vida, apagadas…
Yo la descubrí en un cosmético
sintético y cuando la probé al natural me enamoró. Es increíblemente suave,
equilibra la piel mixta y da vida a la piel seca. Nunca me falta.
-
ARCILLA AMARILLA: mucho menos irritante que otras
arcillas, es muy suave y de gran poder calmante por lo que se utiliza en pieles
sensibles, reactivas, que sufren de descamación o eccema. Va muy bien en
cataplasmas para tratar la psoriasis, siempre bajo control médico o
farmacéutico.
Tiene gran poder de absorción,
así que también la pueden utilizar las pieles mixtas y grasas que buscan una
limpieza profunda pero respetando la sensibilidad del rostro.
Yo no hace mucho que la he
probado, reconozco que me gusta más la arcilla rosa pero cuando la piel está
“enfadada” por alguna agresión externa (frío, viento, sol) es muy calmante y es
de agradecer.
-
ARCILLA BLANCA: antiséptica, cicatrizante, es muy suave
y calmante por lo que se utiliza en cataplasmas o mascarillas para pieles
secas, irritadas o pieles normales, maduras… También da luminosidad y tiene un
efecto “buena cara”.
-
ARCILLA ROJA: reequilibrante, está indicada para pieles
normales, aporta luminosidad. También se suele utilizar en pieles grasas porque
limpia los poros haciendo disminuir su tamaño.
-
ARCILLA VIOLETA: esta arcilla se compone de diferentes
tipos de arcilla y pigmentos minerales que le dan su color característico. Con
menor poder absorbente que la arcilla verde se utiliza en la limpieza y
creación de mascarillas de pieles secas o delicadas. Suaviza, purifica… Y se utiliza también
para dar color a cremas, mascarillas y otros productos cosméticos naturales. Muy
interesante también en cromoterapia, pues su color es tranquilizante y se
utiliza en envoltorios corporales de efecto relajante.
-
RHASSOUL o arcilla de Marruecos: calmante, suavizante,
purificante, descongestiona y da luminosidad. Se utiliza mucho en mascarillas
capilares pero también como champú suave ya que respeta el cuero cabelludo, no
irrita y limpia absorbiendo la suciedad.
¿Las conocéis?